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Tarea para empresarios boyacenses. El Valor de aportar a la Paz

El diseño de nuevos negocios para mejorar la vida de los colombianos y la generación de propuestas de valor compartido por parte del sector empresarial, como aliado del Estado, podría significar parte de la transformación, camino a la equidad en la etapa post conflicto.


La propuesta enmarcada en el pasado Congreso del Pacto Global de Naciones Unidas y desde ya articulada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, adoptados hace una semana mundialmente, abrió el abanico a iniciativas empresariales transformadoras venidas de varios rincones de Colombia, que en medio del conflicto, dan aire a nuevos esquemas no solo de pensamiento, también fortalecen la vida de las comunidades. Esto viene creciendo sin duda alguna: Un significativo grupo de empresas, responsables corporativamente, que han puesto el ojo en los impactos ambientales, sociales y gobernanza de sus actividades. “No obstante el convencimiento de estas organizaciones y el aprestamiento de otras pequeñas y medianas, aún sigue siendo insuficiente ante la necesidad de la población colombiana”, dijo Fabrizio Hoshschild, coordinador residente humanitario del Sistema de Naciones Unidas en el país, aunque advierte, que la contribución empresarial con eficiencia y calidad, no significa reemplazar al Estado.


Lo que se espera durante los siguientes quince años, no es otra cosa que reducir los niveles de pobreza e inequidad en el mundo. En el ámbito de Colombia se buscará que desde los departamentos, municipios y lugares más apartados, se trencen lazos que amarren esas comunidades a la era del Desarrollo Sostenible. “La actividad empresarial privada, la inversión y la innovación son los principales impulsores de la productividad, el crecimiento económico inclusivo, y la creación de empleo. Aquí, es donde se cuenta con el escenario para proporcionar a las personas una oportunidad de superar la desigualdad” destacó Andrea Pradilla, representante en el país de la iniciativa GRI.


Para Javier Cortés, director de Redes Locales en América Latina, las estrategias de implementación de los ODS, generarán éxito en el contexto de los diálogos y el impulso de políticas públicas, que logren la actuación primordial del estado colombiano, a través de sus gobernadores y alcaldes, con la participación de las empresas y del tercer sector, que en últimas fue lo que no permitió los mejores resultados con los ODM. La incorporación de la rendición de cuentas transparentes en las grandes transnacionales apostadas en las regiones, debe ser una tarea licenciada por las comunidades y los Grupos de interés.


Colombia es uno de los países, que tiene serias intenciones de demostrar que puede ser un modelo en el cumplimiento de los ODS, pese al contexto de conflicto. “Es algo que se evidencia en el Plan Nacional de Desarrollo y se viene demostrando en cada una de los encuentros internacionales, que aportan a la complementación de esta Agenda”, advirtió Andrea Guerrero García, directora de Asuntos económicos, sociales y ambientales de la Cancillería de la República, que junto con PN, condujeron una serie de 21 diálogos inclusivos por el territorio colombiano (2012-2013), además de las consultas regionales con el sector Privado en Cartagena los pasados 30 de junio y 1 de julio de 2014, para solicitar la inclusión de varios aspectos, que no se habían previsto en la Agenda inicial.


Colombia hizo contribuciones sustanciales para la arquitectura conceptual que enmarca los ODS, especialmente con un enfoque integrador, donde la Persona es lo fundamental. La participación de otros actores no-gubernamentales, ha sido aportante también en el proceso y se espera que igualmente lo sea durante la etapa de implementación de los “Objetivos” por el bien del mundo, los colombianos y los boyacenses que desde ya debemos abordar el barco y como marineros que no duermen en tierra, estar vigilantes con catalejo en mano, hasta llegar a puerto seguro.


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